Una mirada sobre la Argentina de principios del siglo XX
“Una vida, mil vidas” es una invitación a repensar la inmigración como un proceso de sueños, realidades e historias de superación que forjan el destino de nuestro país, Argentina. En esta publicación de Esmecu Rodolfo Atilio Torasso pincela magistralmente la Argentina de principios de siglo XX, con la llegada de los inmigrantes italianos.
Torasso se sumerge en la memoria de su propio abuelo, Pedro Antonio Torasso, y desde allí encara un relato en primera persona, bajo el formato de biografía novelada.
Rico en imágenes y sentimientos, el libro cuenta las vicisitudes de un adolescente recién bajado del Regina Margarita al puerto de Buenos Aires. Una mezcla de alegría y miedo comprime el corazón del joven que no sabe hablar español. Solo lo acompaña un viejo bolso marinero y una manta que le dio su madre antes de partir de su pueblo natal.
Atrás quedan las casas de techos bajo de Cigliano, en el alto Piamonte italiano, al nordeste de la ciudad de Torino, que lo vio partir en 1906. La gran promesa de América se abría a sus pies y con ella el deseo de dejar un pasado de miseria y guerra que era la Italia en ese momento.
En Buenos Aires, lo recibe el famoso Hotel de Inmigrantes: “chicos llorando, seguramente era el hambre y mucho cansancio, madres a las que tanta paciencia les curvó la espalda, padres sumidos en el temor de lo que no saben ni conocen y yo y tantos más, en busca de una vida mejor, lejos del color y las carencias de una Europa caída, casi en pie de guerra”, es lo que recuerda de ese lugar.
El relato, que el autor se encarga de poner en contexto histórico, fluye, entre el descubrimiento de Tucumán, que encuentra muy parecido a su pueblo natal, y la compra, en 1920, de una planta envasadora de soda, instalada a una cuadra del boulevard Mitre y a metros de donde se construía la monumental obra de Don Bosco. Era el nacimiento de Torasso, “el sabor argentino”. Una foto de 1948 muestra a su fundador orgulloso, al lado de su camión repartidor. El libro de Torasso no solo es la vida de su abuelo, es la de todos los inmigrantes, que contribuyeron con su trabajo y tradiciones a conformar el ser de nuestro país.


